Necesitamos una mesa

Por: Bernardino Rodriguez

El ingeniero Hubert Valdivia, un experto en irrigaciones, nos recuerda que en el 2024 se cumplen veinte años de reclamos de la provincia de Islay por una represa sobre el río Tambo. Las mecidas de la burocracia limeña, es evidente porque hasta hoy no se hace la obra; mientras agricultores y población en general sufren escasez de agua. En tanto, con amargura ven pasar millones de metros cúbicos al mar.

Pero el mundo da muchas vueltas. La situación difícil de la economía nacional, hace que el gobierno vuelva la mirada hacia la actividad minera como un pronto recurso para impulsar el perdido ritmo de desarrollo. Y se encuentra que el proyecto más inmediato para poner en marcha es Tía María en Arequipa. Tiene todos sus estudios, trámites y autorizaciones aprobados para iniciar las obras civiles.

Bueno será recordarles que hay una deuda pendiente: La represa. Pero no una represita que sea suficiente para -como le llaman los expertos- afianzar el recurso hídrico dentro del valle de Tambo. El río del mismo nombre es el único que existe en esta provincia mayoritariamente desértica. A Dios gracias su volumen, debidamente embalsado, alcanza y sobra para teñir de verde sus tierras con dos o tres irrigaciones adicionales.

Mollendo y la provincia entera, puede convertirse en un polo económico de Arequipa y el sur, si mediante una mesa de desarrollo con el gobierno nacional, gobierno regional y Southern, se llega a trascendentes y factibles acuerdos que incluyan el megapuerto de Corío y el complejo petroquímico.

 Por supuesto que el sector privado arequipeño debe participar. La oportunidad está pintada. Pero, cuidado que las oportunidades no esperan.